miércoles, 19 de diciembre de 2007

Intolerancia a las proteinas de la leche de vaca, por eso

Hola a todas en este articulo nos dan información que puede ser de nuestra ayuda, ya que con estos pequeños no podemos dejar de aprender cosas, es interesante pues no sabemos a la que no puede ver bien, a mi por ejemplo, jejeje
¿Qué es? ¿por qué aparece?
La intolerancia a las proteínas de leche de vaca (IPLV) cursa con síntomas de tipo, generalmente, digestivos (vómitos, diarreas, etc.) consecuencia de la ingestión de productos que contienen proteínas derivadas de la leche de vaca. Para un mejor entendimiento de esta enfermedad conviene partir de ciertos conocimientos elementales:
1. Todo organismo humano tiende a eliminar, mediante su sistema inmunológico, TODO lo que sea percibido como ajeno. Así es como nos defendemos frente a virus y bacterias. Sin embargo, no solo virus y bacterias son percibidos como "ajenos" por nuestro organismo; los alimentos también constituyen sustancias extrañas.
2. ¿Por qué toleramos los alimentos si son sustancias extrañas? Nuestro sistema inmune posee de mecanismos a nivel intestinal (y a otros niveles) que permiten la tolerancia de los alimentos para que puedan ser utilizados. No obstante, ¿quién no ha oído hablar de la alergia a ciertos alimentos?... esto constituye un claro ejemplo de que, a veces, esa "tolerancia" falla.
La intolerancia a la proteínas de leche de vaca es, precisamente, eso: un fallo en la "tolerancia" a las proteínas contenidas en la leche de vaca (leches de inicio, continuación y las que consumimos habitualmente en casa). Que conste, sin embargo, que intolerancia no significa alergia.
¿A que se debe ese fallo en la tolerancia?
Este fallo del sistema inmunológico se debe a inmadurez y es TRANSITORIO. Algunas veces se nace con él (es más frecuente en prematuros, en el síndrome de Down, etc) y otras veces aparece desencadenado por una gastroenteritis, una enfermedad digestiva (enfermedad celiaca), cirugía sobre el aparato digestivo, etc.
Pese a que se ha dicho que intolerancia no es sinónimo de alergia, en un alto porcentaje de los casos (30-50%) se asocia a alergia a leche de vaca.
En cualquier caso, los síntomas no aparecerán mientras el niño no la ingiera. ¿Qué sucede con aquellos casos en los que aparecen síntomas de intolerancia a las proteínas a pesar de estar ingiriendo exclusivamente leche materna? En efecto, existen casos en los que, sin que el niño ingiera leche de vaca, aparecen síntomas de intolerancia a la misma. Esto se debe a que la madre está ingiriendo leche de vaca y sus proteínas han sido capaces de llegar al pecho secretándose por la leche materna.
¿Que efectos tiene esa intolerancia?
Si antes dijimos que el organismo se defendía luchando contra lo ajeno, es esto mismo lo que sucede a nivel del intestino. En esa "lucha" contra las proteínas de origen vacuno, el tubo digestivo (fundamentalmente intestino y estómago) es dañado y su función de absorber los alimentos se altera. Esta inadecuada absorción de los alimentos provoca diarrea y, a largo plazo, malnutrición, fallo en el crecimiento, etc. Otros síntomas son los vómitos, por el daño producido en el estómago, distensión abdominal por acúmulo de gases, etc.
¿Cuando aparece la intolerancia a las proteínas de leche de vaca?
Es raro que comience después de los 6 meses de edad pues este fallo en la tolerancia es fruto de la inmadurez TRANSITORIA del sistema inmunológico. Por tanto, suele ser propio de lactantes pequeños.
¿Cuales son los síntomas más habituales de la IPLV?
Coincidiendo con la ingestión de leche de vaca, cosa que sucede cuando se sustituye total o parcialmente el pecho por las fórmulas de inicio o continuación, aparecen síntomas en forma de diarrea, a veces, sanguinolenta, vómitos, dolor de abdomen, etc... Esto puede suceder inmediatamente después de la primera ingestión de la leche de vaca, unos días después o retrasarse, incluso, semanas. Otras veces aparece desencadenada por una gastroenteritis.
A veces, los síntomas son muy sutiles siendo difícil su diagnóstico. Cuando el diagnóstico es tardío el niño deja de ganar peso e, incluso, de crecer.
Si la intolerancia asocia alergia (30-50%), se añaden síntomas de tipo urticaria (ronchas en la piel), broncospasmo (crisis asmática, dificultad para respirar) y algunos casos graves, pero raros, shock (fallo de todo el organismo).
¿Cuando desaparece esta enfermedad?
Hemos dicho que es transitoria. Lo habitual es que desaparezca entre el año y los tres años de vida. Si persisten los síntomas por encima de los tres años habrá que pensar en otro diagnóstico.
¿Como la diagnostica el Médico?
-La sospecha es posible cuando, junto con la sintomatología mencionada, existe el antecedente de incorporación reciente de una alimentación con fórmula artificial. Esta sospecha obliga al Médico a cambiar de fórmula por otra que no contiene proteínas de leche de vaca. Si con este cambio la sintomatología desaparece, estaremos muy posiblemente ante un niño con IPLV. En el momento en que se tiene la sospecha y se retira la leche de vaca, es preciso la reintroducción de la misma semanas o meses después. A esto se le llama prueba de provocación y su objetivo fundamental es retornar cuanto antes a una alimentación láctea normal.
Otras veces el diagnóstico es más difícil pues no existe un antecedente claro o los síntomas son poco orientadores. En estos casos, ciertos estudios o simplemente la retirada de la leche de vaca pueden permitir la sospecha.
Algunas veces es preciso realizar un estudio del tejido intestinal mediante biopsia (extracción de tejido) para descartar algún otro problema.
- En casos de sospecha de alergia se procederá a un estudio que confirme dicha alergia (análisis de sangre y provocación en piel)
¿En que consiste la provocación?
Ésta suele hacerse a nivel hospitalario por el riesgo, aunque muy bajo, de presentar reacción alérgica grave. Se administran pequeñas cantidades de leche de vaca y se esperan unas pocas horas. Si aparece sintomatología (vómitos, diarrea, etc...) significará que persiste la intolerancia; entonces se interrumpirá la provocación y se continuará con el tratamiento establecido previamente hasta una nueva provocación más tarde. En caso contrario, se continuará con la reintroducción progresiva de la leche de vaca (en el propio domicilio) y, si no aparecen síntomas, podrá decirse que ya ha desaparecido la intolerancia.
¿Existe prevención?
Sí. Partiendo de la premisa de que esta enfermedad no suele comenzar después de los seis meses es fácilmente deducible que debe evitarse, en lo posible, la introducción de la leche artificial (fórmulas de inicio o continuación) dentro de estos primeros seis meses de vida. La prevención se hace, por tanto, dando LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA durante al menos 6 meses. Aquí escribes el resto del contenido que no se verá

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